Por. Mauricio Castilla.
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A muchos habitantes de las veredas Santa Fe, La Esperanza y Tres Bindes, les metieron un gol en las pasadas elecciones cuando aceptaron votar por el hoy concejal electo Ernesto Cáliz, esposo de la directora del plan Departamental de Aguas, Gloria Cabrales, a cambio de la instalación de unas letrinas en sus viviendas.
La Ventana estuvo en la zona rural donde prometieron construir las letrinas, y en las casas rurales hay bolsas de cementos abandonadas en mal estado, ladrillos semi destruidos, y en algunos casos tres paredes con el hueco en el centro.
Manuel Vicente Cordero Correa, habitante de La Esperanza le dijo a La Ventana, “No sabemos qué ha pasado con las letrinas, el bloque que se necesita no está completo, tampoco la arena y los contratistas no volvieron, se fueron debiendo la comida y el pago a trabajadores”. Los trabajos que comenzaron 15 días después de las elecciones hoy están abandonados.
Lo grave de este caso, además de las obras inconclusas es que aquí se configura un aberrante tráfico de influencias, porque la mayoría de los consultados por La Ventana, aseguran que comprometieron su voto con el entonces aspirante al Concejo de Montería, Ernesto Cáliz, esposo de la directora del PDA Gloria Cabrales.
Acueducto a medias.
El sistema de acueducto que surte de agua potable a las familias de las veredas Santa Fe, Tres Bindes y la Esperanza, se suma a la cadena de irregularidades que sufren algunos acueductos construidos por el PDA.
Luís Galván, representante de la Asociación de Usuarios, Aguasep, le dijo a La Ventana: “Estamos bombeando pero con inconvenientes en la planta de tratamiento donde los sedimentadores vienen presentando filtraciones, y fallas en algunas válvulas que las tenemos amarradas con cabuyas, porque no se ha realizado la reposición necesaria que se le presentó al PDA para optimizar la Planta de Tratamiento”.
Sostuvo que hace más de 7 meses los supervisores del PDA tienen dichas solicitudes pero hasta la fecha han hecho caso omiso de las mismas. Finalmente, Luís Galván señaló que una empleada de la casa de Gloria Cabrales, Mónica Varilla es la persona encargada del saneamiento básico e higiene del referido acueducto, y que la misma no tiene el perfil necesario para cumplir dichas funciones.
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