Tomado de: http://www.olapolitica.com
Una de las preguntas que más se están los colombianos luego de la firma de los acuerdos de paz en Cartagena de Indias el pasado 26 de septiembre, es qué pasó con los negociadores de las Farc.
Trascendió que el líder de las Farc, Rodrigo Londoño, Timochenko ya viajó a Cuba y dijo desde allí que no decaerá en su lucha por alcanzar la paz.
Timochenko se encuentra en la isla junto con Pablo Catatumbo, Victoria Sandino, Ricardo Tellez, Jesús Santrich y otros de los delegados de las Farc para el proceso de paz.
Por su parte Iván Márquez se desplazó hacia Bojayá, Chocó, para pedir perdón a la población de ese municipio donde hace 14 años la guerrilla de las Farc causó la muerte de 79 personas, entre ellos más de 40 niños en las instalaciones de la iglesia.
El jefe guerrillero delegado para las negociaciones de paz, Iván Márquez, viajó hasta el chocó para pedir perdón por los dolores y daños causados en que perdieron la vida casi un centenar de personas a causa de la explosión de un cilindro bomba dirigido contra paramilitares el cual explotó dentro de la iglesia de Bojayá donde se refugiaban aproximadamente cien personas.
Durante el simbólico acto de perdón, Márquez dijo emotivamente:
“A orillas de este inmenso río que nace como de las venas de su habitantes, y frente a este pueblo precioso como olvidado, que vierte amor pese a sus penas; por su historia nacida en surcos de dolor desde sus manos mestizas, indias y negras; desde sus manos del arado, la pesca y los tambores…; por sus sueños que como pájaros mágicos anidan en los corazones sencillos de su gente, de sus labriegos, de sus pescadores, de sus bogas y cantores; con nuestras almas contritas, pedimos nos perdonen y nos den la esperanza del alivio espiritual permitiéndonos seguir junto a ustedes haciendo el camino que, reconciliados, nos conduzca hacia la era justa que tanto han anhelado los humildes de todos los rincones de Colombia”.
Adicionó que “Sabemos que el perdón es un asunto íntimo de la conciencia humana, que sólo es dable en su absoluta dimensión salvadora y sanadora, si media la sinceridad y el arrepentimiento verdadero, que son dos poderosas razones que nos impulsan para tender nuestras manos de reconciliación al pueblo de Bojayá y hacia todas las personas de estas tierras de esperanza, a quienes pudiéramos haber ofendido de palabra, obra o pensamiento»….
Concluyó que al llegar hasta Bojayá, traemos la ofrenda del Cristo Negro de Bojayá, construido por el maestro Enrique Angulo, uno de los más grandes escultores de Cuba, con tanto esmero y devoción, lo hacemos para rendir el más sentido homenaje, más que merecido, a un pueblo sufrido y emprendedor «…